Firmado en la parte inferior central "Music 1952". Firmado, fechado y titulado "Cavallini" en el reverso.
Procedencia:
Colección privada, París.
Adquirido al anterior por el actual propietario.
Estado:
En general, en estado normal. Se aprecian varios parches en el reverso. Sin enmarcar.
Este cuadro de Zoran Mušič refleja su característica paleta tenue y su enfoque introspectivo, capturando la esencia del paisaje y los caballos con una belleza tranquila e inquietante. Las formas de los caballos se funden suavemente con el fondo, creando una sensación de fragilidad y fugacidad. Pintados en tonos terrosos, los caballos parecen casi espectrales, como si formaran parte del propio paisaje, encarnando una conexión entre naturaleza y memoria.
Las pinceladas de Mušič son delicadas, imbuyendo a la escena de una cualidad etérea que habla tanto del aislamiento como de la resistencia. Las formas abstractas de los caballos, con sus bordes suaves y colores apagados, evocan una atmósfera onírica, casi melancólica, que quizá aluda a las propias experiencias y reflexiones del artista sobre la vida. Esta obra es una exploración poética de la conexión de Mušič con el mundo natural, que capta la inquietante belleza y el silencio de un paisaje distante y atemporal.