Firmado abajo a la izquierda.
Situado abajo a la derecha.
Tallas:
Marco: 35 × 42,5 cm | 13,8 × 16,7 in
Obra: 24 × 31 cm | 9.4 × 12.2 in
Un momento en Longchamp
Adéntrese en el refinado mundo de las carreras de caballos en Longchamp, un elegante dibujo de Edouard Zawiski que capta el boato y el ritual social de la Francia de la Belle Époque. La escena está animada por una multitud de elegantes espectadores reunidos en la barandilla, fijos en el espectáculo de las carreras. Con sutiles acentos de color y un dibujo seguro, Zawiski invita al espectador a un momento de gran expectación, justo cuando la tensión previa a la carrera alcanza su punto álgido.
Observar la sociedad en movimiento
La minuciosa representación de Zawiski en grafito y aguada sobre papel entonado es más que una simple escena ecuestre: es un estudio de la postura, el gesto y la atmósfera. Cada figura está cuidadosamente observada: desde los altos sombreros de copa hasta los vaporosos abrigos, la composición irradia civismo y concentración. El jinete, brillante en sus sedas a cuadros, es un contrapunto al mar de sombreros y espaldas entalladas que dominan el primer plano, creando una tensión dinámica entre espectáculo y observación.
El sombreado sutil y el hábil manejo de la luz sugieren la suave iluminación de un nublado día parisino, mientras que la disposición comprimida de las figuras evoca la energía y la estructura de una reunión social arraigada en la tradición y el estatus. La obra es a la vez observacional y lírica, una imagen del deporte elevada a un tranquilo teatro costumbrista.
Una mirada a la cultura de la Belle Époque
Representada con delicadeza clásica y precisión documental, Carrera de caballos en Longchamp ofrece una rara visión del lenguaje visual de la vida de la élite parisina de principios de siglo. Zawiski, activo en una época en la que el dibujo aún se valoraba tanto como ejercicio académico como forma de expresión acabada, aporta refinamiento y humanidad a esta encantadora composición.
El dibujo está firmado en la parte inferior izquierda y va acompañado de etiquetas originales de la galería y de la exposición en el reverso, que atestiguan su procedencia y su historia. La obra, cuidadosamente conservada y enmarcada en un ornamentado marco de época, es un testimonio de la edad de oro del dibujo francés.
Lo más destacado para coleccionistas
Las obras de Edouard Zawiski raramente se encuentran en el mercado, y aún menos en una forma tan completa y elegante. Carrera de caballos en Longchamp ofrece a los coleccionistas una oportunidad única de adquirir una escena a la vez histórica y artísticamente intemporal. Ya sea como una pieza de la cultura visual de la Belle Époque o como un magistral estudio en grafito y aguada, esta obra posee un atractivo visual y un valor cultural perdurables.