Mary Abbott, nacida en Nueva York en 1921, fue una influyente pintora expresionista abstracta estadounidense conocida por sus composiciones dinámicas y su vibrante uso del color. Criada en una familia intelectualmente prominente -su madre era poeta y editora-, Abbott estuvo expuesta a las artes desde una edad temprana. Estudió en el Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York y más tarde se formó con artistas de renombre George Grosz y Barnett Newmansumergiéndose en la escena artística neoyorquina de posguerra.
Influida inicialmente por las técnicas gestuales del expresionismo abstracto, la obra de Abbott evolucionó durante su estancia en Haití y en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, donde se inspiró en los exuberantes paisajes tropicales y en la intensa luz caribeña. Sus lienzos a gran escala, cargados de emoción, combinaban la espontaneidad de la pintura de acción con formas orgánicas, reflejando tanto la energía de la escena artística neoyorquina como la serenidad de la vida isleña. Las contribuciones de Abbott ayudaron a allanar el camino a las mujeres en el expresionismo abstracto, dejando una huella duradera en el movimiento.