43: Mikhail Shikhanov-Kublitsky - Torre Spasskaya
Detalles
Tallas:
Marco: 58,5 × 43,5 cm | 23 × 17,1 in
Obra de arte: 50 × 35,5 cm | 19,7 × 14 in
Sin firmar.
La luz dorada envuelve Torre Spasskaya y el alma de Moscú. El arte de Mikhail Shikhanov-Kublitsky es todo reverencia y resplandor. Pintado en plein air, el edificio se convierte en una sinfonía de colores vivos: los muros rojos del Kremlin contra el cielo pálido, la piedra se disuelve en el aire.
Cada pincelada es inmediata e intuitiva. El empaste del pintor es seguro y rítmico, no tiene que ver con la forma sino con el movimiento y la emoción. Los tonos dorados de la paleta evocan la luz sagrada, un tema que se remonta a su época de pintor de iconos y murales de iglesias.
En esta obra, el realismo da paso a la trascendencia: la Torre Spasskaya no es sólo un hito, sino un símbolo de continuidad y fe. A través del color y la luz de la superficie, Shikhanov-Kublitsky capta no sólo la belleza física del Kremlin, sino el alma de Rusia.
Procedencia
Propiedad del artista.
Condición
Buen estado. Enmarcado.
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Mikhail Shikhanov-Kublitsky es un pintor cuyo arte aúna la disciplina académica de la escuela rusa con la libertad expresiva de la pintura plein-air moderna. Graduado por el Instituto Repin de San Petersburgo, ha recibido la Medalla de Oro de la Academia Rusa de las Artes y la Medalla de la Orden "Al Mérito de la Patria" (2ª Clase). Miembro de la Unión de Artistas de Rusia y de la Unión de Artistas de Moscú, ha participado en la pintura de seis iglesias ortodoxas -dos de ellas proyectos originales de autor- y fue invitado por el Presidente de Malta a trabajar en la decoración de la Capilla Rusa del Palacio de San Antón.
Tras haber trabajado en más de cuarenta países, Shikhanov-Kublitsky pinta directamente del natural, siguiendo la tradición impresionista pero conservando un lenguaje del color muy personal. Sus luminosas composiciones, a menudo enriquecidas con pan de oro, plata y cobre, transforman la luz en una sustancia viva, reflejando tanto su trasfondo espiritual como su fascinación por la belleza como energía divina. Sus obras se conservan en colecciones de Rusia y Europa, y reflejan una visión en la que la fe, el color y la emoción se funden en una radiante armonía de formas.