19: Konstantin Gorbatov - Paisaje de Capri
Detalles
Firmado abajo a la derecha "C. Gorbatoff."
Paisaje de Capri es todo sol y serenidad del Mediterráneo maduro. El cuadro está estratificado en azules pastel, ocres y corales. Las terrazas y el aire son cristalinos. Gorbatov convierte el paisaje físico en una topografía emocional: una visión de paz y renacimiento tras la agitación del exilio.
Pintada con pincelada segura, la composición es a la vez estructurada y atmosférica. Las pinceladas son sueltas pero deliberadas. La luz se construye a través del ritmo y la temperatura, no del contorno. Cada mancha de color respira, vibra entre lo sólido y lo brillante, el calor de la tarde y el silencio que le sigue.
En Capri Landscape, Gorbatov fusiona el lirismo ruso con la paleta mediterránea de la libertad. Es una meditación sobre la pertenencia y la belleza: un artista en el exilio que encuentra su hogar en la luz. La obra es su prueba de que la pintura, como la memoria, puede trascender la distancia y restaurar lo perdido a través del color.
Procedencia
Colección privada.
Condición
Buen estado vintage con algunos signos de desgaste. Sin enmarcar.
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Nacido en Stavropol-on-Volga, Gorbatov estudió ingeniería civil antes de dedicarse plenamente al arte, matriculándose en la Academia Imperial de Arte de San Petersburgo. En la década de 1910 viajó por Italia y Alemania, y finalmente se instaló en Capri, un lugar cuya paleta soleada influyó profundamente en su lenguaje artístico.
Los cuadros de Gorbatov de este periodo revelan un dominio del color, la atmósfera y el ritmo arquitectónico, y a menudo representan ciudades rusas bañadas por una luz dorada. Su pincelada expresiva y sus tonos vibrantes le sitúan entre los principales coloristas de su generación.
Tras la Revolución Rusa, Gorbatov emigró permanentemente, primero a Italia y luego a Berlín. En el exilio, siguió profundamente vinculado a la cultura rusa y se convirtió en una figura central de la comunidad artística rusa emigrada. Aunque sus obras siguieron reflejando visiones nostálgicas de Rusia, también incorporó a su repertorio temas mediterráneos y naturalezas muertas.
A pesar de las penurias de la II Guerra Mundial, Gorbatov siguió pintando hasta su muerte en Berlín en 1945. En la actualidad, sus obras se conservan en los principales museos rusos y europeos, y su reputación no ha dejado de crecer en el mercado internacional del arte. El legado de Gorbatov perdura en su capacidad para fusionar la memoria, la luz y la identidad nacional en una radiante poesía visual.